La palabra ‘Mesías‘ viene del latín ‘Messias‘, que a su vez, fue tomado del arameo ‘Meshiha‘ y del hebreo ‘Mashiah‘, también leído como ‘Mashíaj‘, y quiere decir ‘Ungido‘, palabra misma que tiene su raíz de ‘mashah’, cuyo significado es ‘ungir’.
El Mesías es un líder espiritual ungido por YAHWEH y está supuesto a traer la Redención del pueblo de Israel del Exilio y a hablar las palabras de la Toráh. Asimismo, será un profeta como Moshé/Moisés, quien que no puede ser un extranjero para su propio pueblo, es decir, tiene que ser nacido en Eretz Yisra’el/la Tierra de Israel:
“Yo levantaré para ellos un profeta como tú de entre sus hermanos.” [Devarim/Deuteronomio 18:18a].
El Mesías reflejará con autoridad las palabras de Elohim, puesto que hablará todas las cosas que YAHWEH mismo ordene para el pueblo:
“Yo pondré mis palabras en su boca, y él les dirá todo lo que Yo les ordene.” [Devarim/Deuteronomio 18:18b].
Es así, que cualquiera que no obedezca las palabras del Mesías, tendrá que rendirle cuentas a YAHWEH mismo:
“Cualquiera que no escuche a mis palabras, las cuales él hablará en Mi Nombre, tendrá que rendirme cuenta a mí.” [Devarim/Deuteronomio 18:19].
Los libros de los profetas y aún Tehillim/Salmos, están llenos de referencias que anuncian su advenimiento y sus obras en el mundo. El Tanaj/Antiguo Testamento, da claras indicaciones al respecto y éstas mismas menciones en las Escrituras son mejor conocidas como ‘Profecías Mesiánicas‘. Desde el mismo Bereshit/Génesis hasta el último de los libros del Tanaj se habla con respecto a él.
Tal es la importancia de la figura del Mesías que existe una expectación mesiánica desde los tiempos de los patriarcas, de Moshé/Moisés, del rey David/David Ha Melej, los profetas y aún continúa hasta nuestros días, en los que esperamos ansiosamente su regreso y el cumplimiento del resto de las profecías que nos hablan de él. En verdad, se espera al Mesías desde el momento de la caída:
“Pondré enemistad entre tú y la mujer, y entre tu zera y la zera de ella; él vigilará contra tu cabeza, y tú vigilarás contra su calcañal.” [Bereshit/Génesis 3:15].
Todo el Tanaj apunta a su figura; no hay lugar para la duda y la falta de esta confianza tan necesaria puede causar serios estragos personales a nivel espiritual y físico, y no solo eso, sino también a toda la nación de Israel:
“Mi pueblo es destruido por falta de conocimiento.” [Hoshea/Oseas 4:6a].
Esta era la misión y oficio de los profetas de la antigüedad, llevar al pueblo al camino de teshuva/arrepentimiento y volverlos a YAHWEH para evitar cautiverios y llevarlos por los caminos de la Toráh. A pesar de ello, y ante el cautiverio Egipcio, Babilonio/Asirio y el actual Romano, YAHWEH se ha guardado para Sí un remanente: “Porque, a pesar que tu pueblo, Yisra’el, es como la arena del mar, sólo un remanente será salvado.” [Yeshayah/Isaías 10:22]. Es este remanente que mantenga una esperanza en el Mesías, le sepa reconocer y permanezca observando la Toráh, quienes al final serán salvos.
Mucho antes de emitir un juicio respecto de las palabras que están escritas en la Toráh, es nuestro deber estudiarlas para que YAHWEH no nos deseche de su sacerdocio:
“Porque rechazaste el conocimiento, Yo también te rechazaré como kohen para mí.” [Hoshea/Oseas 4:6b].
Es así, como el propio Mesías dará la salvación a aquellos que permanezcamos fieles en ésta confianza que nos fue revelada por misericordia:
“El dividirá el botín con los poderosos.” [Yeshayah 53:12b].
Y también:
“Yo muestro favor a quien se lo muestro, y manifiesto misericordia a quien sea que se la manifiesto.” [Shemot/Exodo 33:19].
Los requerimientos que menciona la Toráh que debe tener el Mesías están muy bien documentados a lo largo de todas sus páginas y nos dan con suma certeza su identidad y una pauta en el tiempo para poder reconocerle sin temor a equivocarse, y es que YAHWEH no ha dejado a su pueblo Yisra’el sin un camino marcado y bien definido en una materia crucial (ver artículo: El profeta y la profecía).
Es bien sabido que el Mesías vendrá primero como Mesías ben Yosef ó Mesías hijo de José, y posteriormente como Mesías ben David ó Mesías hijo de David. Cada uno de estos personajes es, no solo conceptualmente, sino en sí, la misma persona. No son dos Mesías distintos, el punto central es que tiene propósitos diferentes en cada una de sus venidas al mundo.
En la primera de ellas, como Mesías ben Yosef, está supuesto a cargar con los pecados del pueblo:
“[…] porque echaste todos mis pecados tras tus espaldas.” [Yeshayah/Isaías 38:17].
Limpiar de iniquidad a la nación:
“Entonces Yo rociaré agua limpia sobre ti, y tú estarás limpio; Yo te lavaré de toda tu inmundicia y de todos tus ídolos.” [Yejezkel/Ezequiel 36:25].
También, a restaurar el nombre del Padre:
“Cualquiera que no escuche a mis palabras, las cuales él hablará en Mi Nombre, tendrá que rendirme cuenta a mí.” [Devarim/Deuteronomio 18:19].
Recuperará a los dispersos de Israel (lo cual ya está sucediendo de forma paulatina):
“El levantará bandera para los Goyim, congregará a los perdidos de Yisra’el, y juntará a los esparcidos de Yahudáh de las cuatro esquinas de la tierra.” [Yeshayah/Isaías 11:12].
Todo ello concluirá tras el toque del Shofar Gadol:
“En aquel día sonará un gran shofar. Aquellos perdidos en la tierra de Ashur regresarán, también aquellos esparcidos por la tierra de Mitzrayim; y ellos adorarán a YAHWEH en el Monte Kadosh en Yerushalayim.” [Yeshayah/Isaías 27:13].
Y, finalmente, morir:
“[…] por haberse expuesto a la muerte […]” [Yeshayah/Isaías 53:12].
Y ser levantado de entre los muertos:
“El verá luz después de la muerte.” [Yeshayah/Isaías 53:11].
Asimismo, también sabemos con exactitud la obra que el Mesías llevará a cabo para toda la nación de Yisra’el cuando regrese como Melej Ha Mashíaj ben David/Rey Mesías hijo de David. El recuperará a los cautivos de la nación y los llevará a la tierra de Yisra’el:
“El ha dicho: “Es gran cosa que tú seas mi siervo para establecer las tribus de Ya’akov y recuperar la dispersión de Yisra’el [...]“” [Yeshayah/Isaías 49:6].
Traerá un tiempo de absoluto Shalom entre las naciones:
“El arco de guerra será totalmente destruido, y habrá abundancia de Shalom de las naciones.” [Zejaryah/Zacarías 9:10].
Incluso, será maestro de los goyim:
“[...] se levantará, para regir a los Goyim; y en El los Goyim confiarán [...]” [Yeshayah/Isaías 11:10].
Impartirá la Toráh con verdad y justicia:
“Justicia será la faja alrededor de su cintura, y sus caderas vestidas con verdad.” [Yeshayah/Isaías 11:5].
Y, no menos importante, toda la tierra estará llena del conocimiento de YAHWEH:
“[...] porque la tierra estará tan llena del conocimiento de YAHWEH como las muchas aguas cubren el mar.” [Yeshayah/Isaías 11:9].
Todo ello, está revelado en la totalidad del Tanaj de forma absoluta y contundente.
Mucho se ha discutido por gran cantidad años sobre quien realmente es el Mesías, si ha estado oculto aún en nuestros días o si ya ha sido revelado éste misterio. A la luz de la verdad, es que ya ha sido develado y de una forma más que majestuosa, con una cantidad de evidencias y pruebas no solo asombrosas, sino irrefutables, tanto por su abundancia como por su exactitud. Sin embargo, y aunque la Toráh nos lo revela, lo han mantenido oculto, aunque sabemos bien, que es un secreto a voces entre los “rabinos” y sabios de Israel.
Muchos apuntan a que el Mesías ya vino, otros, a que está por venir, sin embargo, y en medio de tantas sospechas, dudas mal infundadas y terribles mentiras, sabemos, con fuentes fieles, que el Mesías ya vino y que su nombre es Yahshúa, el Hijo de YAHWEH.
Para comprobar que la Toráh habla con respecto a Yahshúa y las profecías que fueron dadas como guía para la nación, será necesario que estudien el compilado de Profecías Mesiánicas a detalle, donde podrán encontrar las profecías en el Tanaj y su cumplimiento por medio del relato del Brit Hadashah/Nuevo Convenio.
“Para que a ninguno le falte la confianza en el Mashíaj.”
Fuente: http://www.profeciasmesianicas.com/el-mesias
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